Ser Artesiana nos distingue
En las montañas de la Sierra Hidalguense, comienza el proceso de filtración más natural.
La lluvia cae y viaja a través de capas de roca, recogiendo todas las bondades de los minerales, hasta que por fin, el agua llega a nuestra bóveda acuífera, y las rocas protegen a nuestra agua de la contaminación.
Finalmente se eleva a la superficie bajo su propia presión natural sin la necesidad de máquinas o bombas mecánicas.
Es aquí donde embotellamos la mejor agua artesiana de México.